La vitamina E es liposoluble, es decir, soluble en grasa, y juega un importante papel como antioxidante. Ayuda a prevenir el daño que producen los radicales libres a grasas de nuestro cuerpo esenciales para la buena salud. La vitamina E es también importante para garantizar el funcionamiento de muchos órganos del cuerpo u ayuda a ralentizar el envejecimiento natural de las células.
La vitamina E se encuentra de forma natural en alimentos como los frutos secos, carne de ave, huevos, algunos aceites vegetales, frutas y germen de trigo. También se puede tomar como suplemento a la dieta habitual. Algunos de los beneficios que produce el consumo de vitamina E son la prevención y tratamiento de enfermedades arteriales y del corazón.
El consumo de vitamina E tiene muchos beneficios para la salud:
El colesterol es una sustancia que se produce en el hígado y que el organismo necesita para el correcto funcionamiento de las células, los nervios y las hormonas. Cuando los niveles de colesterol se encuentran en su estado natural, el cuerpo funciona normalmente, pero al oxidarse se vuelve peligroso. La vitamina E actúa como antioxidante que combate la oxidación del colesterol al combatir los radicales libres.
Los radicales libres son células inestables que modifican células sanas a su alrededor provocando la aparición de nuevos radicales. Si los antioxidantes no intervienen en este proceso, puede provocar enfermedades, además de otros problemas estéticos como la aparición de arrugas. La vitamina E es un poderoso antioxidante que reduce el daño a los radicales libres y combate la inflamación, ralentizando así el envejecimiento de las células.
La vitamina E mejora la hidratación y elasticidad de la piel al mismo tiempo que fortalece los capilares, actuando contra el envejecimiento de las células. Así, reduce la inflamación y ayuda a mantener el buen aspecto de la piel. Sus propiedades antioxidantes son también útiles durante la exposición a los rayos del sol, así como para disminuir los efectos del acné o eczemas mediante el uso tópico. espeso cabello sano
Gracias a sus propiedades antioxidantes, la vitamina E ayuda a disminuir los daños que la contaminación causa a tu pelo. Facilita la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. El aceite de vitamina E ayuda a retener la humedad natural de la piel y ayuda a que tu pelo luzca más saludable.
La vitamina E juega un papel importante en el equilibrio del sistema nervioso y endocrino, ayudando a que las hormonas se mantengan equilibradas. Un desequilibrio hormonal puede producir aumento de peso, alergias, infecciones urinarias, ansiedad y fatiga.
La toma de un suplemento de vitamina E 2 o 3 días antes y después de la menstruación ayuda a reducir los calambres y la ansiedad relacionados con este síndrome. La vitamina E también puede disminuir la intensidad y duración del dolor y reducir la pérdida de sangre mediante el equilibrio de las hormonas de forma natural.
La vitamina E ayuda a reducir los riesgos oculares derivados de la edad, como la degeneración macular. La vitamina E debe ser consumida con la cantidad adecuada de vitamina C, betacaroteno y zinc para que resulte efectiva sobre la visión. Altas dosis de vitaminas A y E mejoran la cicatrización en personas que se han sometido a algún tipo de cirugía ocular con láser.
La vitamina E puede ser útil para ralentizar la pérdida de memoria y el deterioro funcional en personas con Alzheimer relativamente grave. Combinada con vitamina C puede reducir el riesgo de desatollar diversas formas de demencia.
Debido a su poder antioxidante, la vitamina E se utiliza en ocasiones para paliar los efectos de algunos tratamientos médicos invasivos como la radiación y la diálisis. Se indica también para reducir los efectos secundarios de algunos fármacos.
La vitamina E puede ser de ayuda para reducir el estrés oxidativo en los músculos después de practicar ejercicio. También elimina la fatiga promoviendo la circulación sanguínea.
La vitamina E es liposoluble, otorgando mejores resultados cuando su ingesta se hace a través de una dieta equilibrada que sea rica en frutas y verduras, que siempre resulta mejor que tomarla como suplemento vitamínico.
La dosis diaria recomendada de consumo de vitamina E es de 15 miligramos al día incluyendo la tomada mediante la dieta y posibles suplementos. Algunos alimentos con alto un contenido de vitamina E son:
Con esta variedad, seguro que te resulta sencillo incorporar la suficiente vitamina E a tu dieta.
El déficit de vitamina E es extraño y rara vez está causado por la dieta. Sin embargo, hay situaciones que conducen a un déficit de vitamina E, como personas con problemas de absorción de grasas o bebés que han nacido de forma prematura.
Algunos de los síntomas del déficit de vitamina E incluyen la pérdida de la coordinación muscular así como problemas en el habla y la visión.
Los suplementos de vitamina E son beneficiosas para la mayoría de las personas sanas, tanto si se toma por vía oral como si se aplica de forma tópica a través de la piel, y no presentarán efectos adversos siempre que se respeten las dosis recomendadas. En altas dosis, la vitamina E puede llegar a causar problemas, en especial a personas con enfermedades coronarias o diabetes. La dosis diaria recomendada para personas con estas patologías es de 400 UI.
La dosis normal recomendada para personas sanas se encuentra entre 300 y 800 UI. Aumentar estas dosis incrementa la posibilidad de sufrir enfermedades cerebrovasculares. Por tanto, quienes han sido alguna operación de tipo cardíaco deben evitar tomar suplementos de esta vitamina. Suplementar la dieta con grandes cantidades de vitamina E pueden llegar a padecer:
Otros síntomas menos graves del exceso de consumo de vitamina E son náuseas, diarrea, dolor de estómago, fatiga o dolor de cabeza. Administrada en crema por vía tópica, puede provocar irritaciones en personas con piel sensible.